La cáscara de limón, además de ser un ingrediente versátil en la cocina, tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que pueden ayudar a tratar los espolones calcáneos.
Estas son dos recetas muy sencillas.
- Los aceites esenciales volátiles de la cáscara de limón ayudan a dilatar los vasos sanguíneos y producen un efecto antiinflamatorio.
- Y es por eso que la cáscara de limón es extremadamente útil para algunos tipos de dolor, como los espolones calcáneos y el dolor en las articulaciones. Vea cómo hacer y utilizar las recetas:
Receta 1
Ralla la cáscara de un limón, teniendo cuidado de retirar solo la capa verde o amarilla (cualquier limón servirá) y ninguna de la parte blanca.
Frote la corteza directamente sobre la parte dolorida del cuerpo y envuélvala con una venda. Mantener en su lugar durante un máximo de dos horas. Aplicar siempre por la noche y al día siguiente lavar bien con agua.
Primero, haga una prueba para ver si ocurre una reacción alérgica frotando un poco de la corteza en su codo.
Receta 2
Coloque la ralladura de dos limones enteros (cualquier variedad servirá) en un frasco y cúbralo con una taza de aceite de oliva virgen extra. Cierra el frasco y deja reposar la mezcla durante dos semanas en un lugar fresco y oscuro.
Luego puedes utilizar el aceite obtenido frotándolo sobre la zona afectada y cubriéndola con una gasa. Déjalo reposar durante la noche (¡siempre durante la noche!). Al día siguiente lavar bien con agua fría.
Primero, haga una prueba para ver si ocurre una reacción alérgica frotando un poco de aceite en su codo.
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