Investigaciones han demostrado que el desorden afecta negativamente el rendimiento cognitivo, un estudio realizado por la Universidad de Princeton encontró que los ambientes desorganizados pueden dificultar la concentración y reducir la capacidad para procesar información.
Al mantener un espacio ordenado, facilitamos el flujo de ideas y la toma de decisiones.
2. Creación de hábitos saludables
Tener un espacio ordenado también puede ayudar a establecer hábitos saludables. Por ejemplo, al organizar nuestra cocina, es más probable que optemos por comidas saludables en lugar de alimentos poco nutritivos.
Este tipo de ambiente positivo puede influir en nuestras elecciones diarias.
3. ¿Qué sucede en nuestro cerebro?
Las acciones de tender la cama y mantener el orden tienen efectos tangibles en nuestro cerebro.
– Liberación de dopamina
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