Por qué Zanahoria, Limón y Miel para Apoyar el Hígado?
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Zanahoria (Daucus carota):
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Rica en Betacarotenos: Precursores de la vitamina A, potentes antioxidantes que protegen las células hepáticas del daño de los radicales libres generados durante la desintoxicación.
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Fuente de Fibra (pectina): Ayuda a la eliminación de toxinas y exceso de colesterol a través de las heces, reduciendo la carga sobre el hígado.
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Contiene Glutatión: Un antioxidante crucial producido por el hígado, necesario para sus fases de desintoxicación. La zanahoria aporta precursores.
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Vitamina C y K, Potasio: Nutrientes esenciales para la salud celular y funciones metabólicas.
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Limón (Citrus limon):
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Alto en Vitamina C: Antioxidante clave que estimula la producción de glutatión hepático y protege las células.
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Ácido Cítrico: Puede ayudar a diluir la bilis, facilitando su flujo y previniendo la formación de cálculos biliares (relacionados con la función hepática).
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Efecto Alcalinizante: Aunque ácido, su metabolismo tiene un efecto alcalinizante en el cuerpo, lo que puede crear un ambiente menos propicio para la inflamación.
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Estimula Suavemente la Digestión: Favorece la producción de jugos gástricos, ayudando a la digestión de grasas y proteínas.
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Miel Cruda (de buena calidad):
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Antioxidantes (Fenoles, Flavonoides): Protegen las células hepáticas del estrés oxidativo.
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Propiedades Antiinflamatorias: Pueden ayudar a reducir la inflamación hepática subclínica.
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Energía Natural (Fructosa + Glucosa): Proporciona energía fácilmente utilizable sin sobrecargar excesivamente el hígado (en cantidades moderadas), a diferencia del azúcar refinado.
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Contiene Enzimas y Minerales: Que apoyan procesos metabólicos.
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Juntos, estos tres ingredientes ofrecen: Potente acción antioxidante, apoyo a la producción de glutatión, ayuda en la digestión y eliminación de desechos, y un aporte de nutrientes esenciales para la función hepática óptima.
Recetas Naturales para Apoyar tu Hígado (¡Consumo Regular es la Clave!)
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