Desde tiempos inmemoriales, la flor de la orquídea ha simbolizado el amor, el encanto y la sensualidad. Por lo tanto, tener orquídeas como planta de interior traerá un toque de romance a su hogar, además de colores exquisitos. El cultivo de interior no siempre es fácil, por lo que es necesario conocer las condiciones que te ayudarán a cultivar tu orquídea para disfrutar de sus hermosas flores. Te lo contamos todo en este artículo.
Las orquídeas son plantas tropicales con flores exóticas que pueden tomar un color rosa, morado, azul o incluso blanco. Estas plantas son resistentes y algunas variedades como Phalaenopsis, también llamada Moth Orchid, son fáciles de cultivar en interiores. Basta conocer las condiciones de trasplante, exposición y riego que requieren las orquídeas.
Trasplantar
Es recomendable realizar un primer trasplante después de la compra de su orquídea. Esto le permitirá inspeccionar las raíces y verificar si hay signos de enfermedades o plagas. Para ello, saque con cuidado la orquídea de su maceta y pase sus raíces bajo el agua para eliminarlas fácilmente del sustrato, pero también para que sean más flexibles y menos frágiles.
Luego retire las raíces muertas y desvitalizadas. Para reconocerlas, basta con ejercer una simple presión sobre las raíces con los dedos. Si la raíz está firme todavía está viva, si por el contrario está blanda, significa que hay que podarla. Este truco te permitirá distinguir entre las raíces muertas y las raíces aéreas de tu planta que aún son útiles.
Ahora puedes trasplantar tu orquídea y ponerla en otra maceta más grande, para que la planta tenga espacio para desarrollar sus raíces. Puede usar una maceta de plástico transparente para verificar fácilmente el estado de las raíces de su planta. Si te molesta la estética de tu maceta, puedes elegir un macetero para ella.
Todo lo que tiene que hacer es agregar su nuevo medio de cultivo. Asegúrese de elegir tierra para macetas especial para orquídeas. Este consiste, entre otras cosas, en una mezcla de fibras de coco, carbón vegetal, mantillo de corteza y bolas de arcilla. Este sustrato asegura la aireación y los nutrientes que tu planta necesita.
Renueve el trasplante de su orquídea cuando el suelo le parezca agotado, generalmente cada 2 o 3 años. También puedes usar un fertilizante líquido una vez al mes, y más regularmente durante el período de floración, pero no te excedas. Demasiado fertilizante puede hacer que tu orquídea deje de florecer.
Exposición
ADVERTISEMENT