Ingrediente con un potente aroma que realza el sabor de nuestros platos, el ajo es rico en beneficios que no se limitan únicamente al ámbito culinario. Alimento con potentes propiedades antiinflamatorias y antibióticas, tenerlo a mano es fundamental. Pero no te preocupes, no hay necesidad de romper el banco o ser víctima de interminables viajes al supermercado, ¡un método muy simple te permitirá tener este ingrediente en casa cultivándolo en cantidades infinitas!
Un elemento básico de la medicina tradicional , el ajo se ha utilizado durante milenios para tratar muchas condiciones de salud. Ahora cultivada en todo el mundo, representa para varios países un remedio con una eficacia formidable. Dependiendo del país que lo utilice, a este ingrediente se le ha dado diferentes nombres a lo largo de los siglos, entre ellos “penicilina rusa” o incluso “antibiótico natural”.
Como explica The Pharmacognosy Review , las civilizaciones antiguas recurrieron al ajo para tratar muchas epidemias, como el tifus, el cólera y la gripe. Remedio preventivo y curativo a la vez, su uso tradicional atrae la curiosidad de los científicos y da lugar a varios estudios concluyentes sobre su acción beneficiosa a nivel de nuestra salud. Vamos a examinarlos más de cerca.
El ajo mejora la salud del corazón
Según un estudio publicado por The Avicenna Journal of Phytom edecine, el ajo tiene muchos beneficios que actúan de forma preventiva sobre las enfermedades cardiovasculares. De hecho, varios ensayos clínicos han demostrado su acción positiva en la reducción de la presión arterial y el colesterol, así como en la prevención de la aterosclerosis, todo ello relacionado con la salud del corazón.
Además, un experimento realizado en 47 pacientes hipertensos habría demostrado los efectos positivos del ajo sobre la presión arterial sistólica, permitiendo reducir esta última de forma significativa, y ello sin efectos secundarios nocivos. De hecho, la ventaja innegable del ajo es su capacidad para tratar ciertos trastornos sin que necesariamente den lugar a complicaciones. Un ensayo en pacientes que padecían colesterol llegó a la misma conclusión tras observar una disminución significativa del colesterol sérico total, reduciendo así el riesgo de eventos coronarios en un 38% para individuos de 50 años.
Fortalece el sistema inmunológico
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT