La carne es una gran fuente de proteínas y vitaminas. Además, es un alimento ideal para muchas personas y dietas. Sin embargo, es conocido por ser uno de los alimentos que más enfermedades e infecciones alimentarias produce.
Los patógenos más habituales que causan enfermedad gracias al pollo son la Salmonella; Clostridium, Campylobacter y E. Coli. La temperatura con la cocemos el pollo es la forma más segura de eliminar estos patógenos. Aunque, también influye la manera de adquirirlo y guardarlo.
Consejos para comprar y almacenar el pollo
Dejar su compra para el último momento
Antes de ir a hacer las compras es recomendable que planifiquen lo que vas a necesitar; ya que los productos frescos, como la carne, deben de adquirirse al final. De esta manera evitarás romper la cadena de frío. Y, una vez llegues a casa, estos son los productos que debes de guardar primero.
La apariencia
Para elegir una pieza de pollo, debes de asegurarte de que esta tiene una carne firme, tierna y elástica. También, la piel debe de ser lisa, flexible y húmeda. No te debes de preocupar mucho por su color, ya que este puede variar desde el blanco hasta un amarillo pálido; su color estará vinculado con la alimentación del animal. Por tanto, no tiene relación con su calidad, ni con su frescura; al igual que con su valor nutricional ni con las grasas que puede tener.
La temperatura óptima al comprar y almacenar pollo
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