Ir al baño constantemente por la noche puede ser señal de niveles altos de azúcar en la sangre. Al filtrar el exceso de azúcar, los riñones producen más orina, lo que obliga a levantarse más de una vez.
3. Sudores nocturnos inexplicables
Despertarse sudando puede indicar fluctuaciones en el nivel de azúcar en sangre, incluyendo una bajada repentina tras un pico repentino. Este fenómeno podría estar relacionado con un desequilibrio en el control de la insulina.
4. Hambre repentina en mitad de la noche.
Si tienes antojos nocturnos, puede deberse a que tu cuerpo tiene dificultades para regular la glucosa. Los niveles inestables de azúcar en sangre pueden hacerte sentir hambre incluso después de una comida completa.
5. Insomnio recurrente
¿Tienes problemas para conciliar el sueño o te despiertas con frecuencia? El exceso de azúcar altera la producción de melatonina, la hormona del sueño, e impide que tu cuerpo se recupere adecuadamente.
6. Sensación de fatiga por la mañana.
Despertarse cansado a pesar de haber dormido bien durante la noche puede estar relacionado con niveles inestables de azúcar en sangre. Un control deficiente de la glucemia impide que el cuerpo se recupere adecuadamente, lo que provoca fatiga persistente.
7. Dolor o entumecimiento en las piernas.
Una sensación de hormigueo o dolor nocturno en las piernas puede indicar daño nervioso causado por un exceso de azúcar en la sangre. Este síntoma es común en personas con diabetes.
8. Visión borrosa al despertar
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