Disolver la gelatina: Una vez que la gelatina se haya hidratado, ponla en el microondas por 10-15 segundos o caliéntala a fuego muy bajo hasta que se disuelva completamente. Luego, agrégala a la leche tibia y mezcla bien para que se integre.
Agregar la leche en polvo: Añade las 3 cucharadas de leche en polvo a la mezcla de leche y gelatina. Remueve bien hasta que la leche en polvo se disuelva completamente. Esto ayudará a darle mayor consistencia.
Enfriar la mezcla: Deja enfriar la mezcla en el refrigerador durante unos 30 minutos o hasta que se haya enfriado completamente.
Batir la mezcla: Una vez que la mezcla esté fría, usa una batidora eléctrica o manual para batir la mezcla hasta que adquiera una consistencia espesa. Esto puede tardar unos minutos, así que paciencia. No esperes que se formen picos tan firmes como con la crema de leche, pero la mezcla debería espesar y volverse más cremosa.
ADVERTISEMENT