Ingredientes:
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6-8 hojas grandes de lechuga romana (preferiblemente orgánica).
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2 tazas de agua filtrada.
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1 cucharadita de miel (opcional, para endulzar).
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Jugo de ½ limón (opcional, para desintoxicar).
Preparación:
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Lava muy bien las hojas para eliminar pesticidas.
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Hierve el agua y añade las hojas (enteras o troceadas).
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Cocina a fuego lento 10 minutos (no más, para evitar sabor amargo).
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Cuela, añade miel/limón si deseas, y bebe caliente o frío.
Dosis recomendada:
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Para dormir: 1 taza 30 min antes de acostarse.
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Para digestión o desintoxicación: 1 taza en ayunas.
VARIANTES POTENCIADAS
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Té relajante: Añade 1 ramita de hierbabuena o manzanilla.
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Para la presión alta: Mezcla con 1 cucharadita de ajo machacado (en frío, después de colar).
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Para cólicos: Combina con jengibre rallado (antiinflamatorio).
PRECAUCIONES
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No usar lechuga iceberg (tiene menos nutrientes y lactucina).
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Evitar si tienes alergia a lactucarium (látex natural de la lechuga).
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No consumir en exceso (puede causar somnolencia diurna).
¿QUÉ DICE LA CIENCIA?
Un estudio en Food Chemistry (2017) identificó que los alcaloides de la lechuga interactúan con receptores GABA en el cerebro, promoviendo relajación.
USO TRADICIONAL
En la medicina popular mexicana, este té se usa para calmar a bebés inquietos (en dosis mínimas y bien colado).
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