Aunque no lo creas, el estrés también puede alterar tu sentido del gusto. Cuando estamos en estado de alerta constante, se liberan sustancias que afectan el sistema nervioso central y con ello, las papilas gustativas. Practicar mindfulness, respiración consciente y escribir tus emociones puede ayudarte a reducir esta reacción.
⚠️ ¿Cuándo acudir al médico?
Consulta con un profesional si:
- El sabor metálico persiste más de una semana.
- Viene acompañado de otros síntomas como fatiga, fiebre, cambios en la lengua, dolor de cabeza o visión borrosa.
- Has estado expuesto(a) a productos químicos o metales.
✅ Conclusión
El sabor metálico en la boca puede parecer inofensivo, pero a menudo es una señal del cuerpo que merece atención. Identificar la causa y hacer ajustes simples en tu estilo de vida puede ayudarte a recuperar el equilibrio.
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