Evita lavar tu cabello todos los días. Al espaciar los lavados, permites que los aceites naturales del cuero cabelludo nutran y protejan el cabello de forma natural. Si tu cabello tiende a engrasarse rápidamente, puedes optar por enjuagues suaves o champús secos naturales para mantenerlo fresco entre lavados.
4. Recorta las puntas cada dos meses:
Aunque puede parecer contradictorio, recortar las puntas de forma regular es esencial para que el cabello crezca sano. Al eliminar las puntas abiertas y secas, previenes que el daño suba por el tallo capilar, lo que favorece un crecimiento más fuerte y parejo.
Conclusión:
Con estos cuatro pasos simples, tu cabello recibirá el cuidado que necesita para crecer saludable, fuerte y lleno de vida. La clave está en la constancia y en volver a lo natural: tu melena te lo agradecerá.
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