🥣 1. Mezcla los ingredientes secos
En un bol grande, mezcla la harina de maíz, el polvo de hornear y la sal.
🧈 2. Incorpora la mantequilla
Agrega la mantequilla (a temperatura ambiente) y trabaja con las manos hasta obtener una textura arenosa.
🧀 3. Añade el queso
Incorpora el queso rallado y mezcla bien para distribuirlo uniformemente.
🥛 4. Agrega los ingredientes húmedos
Bate ligeramente el huevo en un recipiente aparte.
Mézclalo con la leche agria y la natilla, luego agrégalo a la mezcla seca y amasar hasta obtener una masa suave.
💡 ¿La masa está seca? Añade un poco más de natilla. ¿Muy pegajosa? Espolvorea más harina.
🌀 5. Forma las rosquitas
Toma porciones pequeñas, haz cilindros de 1 cm de grosor y une los extremos formando rosquitas.
Colócalas sobre una bandeja engrasada o con papel encerado.
🔥 6. Hornea hasta que estén doradas
Precalienta el horno a 165 °C (330 °F) y hornea durante 20 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.
😋 El aroma te avisará que están listas… irresistible.
💡 Consejos Útiles
- 🧀 Usa queso seco rallado (tipo cotija o duro): aporta sabor y estructura.
- 💛 Hazlas mini: perfectas para botanas individuales.
- ❄️ Guárdalas en frasco hermético: se mantienen crujientes por días.
- 🕒 También puedes hacer doble cantidad y congelar la masa antes de hornear.
☕ Disfrútalas en Cualquier Momento
Las rosquitas de queso son versátiles y querendonas:
Perfectas con café por la mañana, como tentempié por la tarde o para acompañar una buena charla.
A los niños les encantan. A los grandes, también.
Y tú no solo estarás horneando un snack, sino también un recuerdo para compartir. ❤️
¿Te animas a hacerlas?
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