Aplicación del vinagre: Sumerge un trozo de algodón en el vinagre de manzana. Asegúrate de que el algodón esté bien empapado, pero no demasiado chorreando.
Coloca el algodón sobre la verruga: Coloca el algodón empapado con vinagre de manzana directamente sobre la verruga. Asegúrate de que cubra completamente la verruga.
Sujeta el algodón: Usa una venda o cinta adhesiva para mantener el algodón en su lugar, asegurándote de que no se mueva mientras duermes o durante el día.
Déjalo puesto: Deja el vinagre de manzana sobre la verruga durante la noche, o al menos durante 8 horas. Durante este tiempo, el ácido del vinagre comenzará a disolver las células de la verruga.
Retira y limpia: Al día siguiente, retira el algodón y limpia bien la zona con agua tibia. Es posible que notes que la verruga comienza a cambiar de color, volviéndose más oscura, lo que es una señal de que está comenzando a desintegrarse.
Repite: Repite este proceso durante varios días hasta que la verruga desaparezca. En algunos casos, puede tardar una semana o más, dependiendo del tamaño y la profundidad de la verruga.
Precauciones:
Irritación: El vinagre de manzana puede causar irritación en la piel, especialmente si se usa en grandes cantidades o en pieles sensibles. Si experimenta enrojecimiento o ardor intenso, suspenda el tratamiento y limpie bien la zona. Si tiene la piel muy sensible, diluir el vinagre con un poco de agua puede ser una opción más suave.
No lo use en zonas sensibles: Evite aplicar este tratamiento sobre verrugas en zonas muy sensibles, como la cara o los genitales, sin consultar primero con un dermatólogo.
Otras alternativas naturales:
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