- Vierte la leche en un cazo y agrega las 3 cucharadas de azúcar y la maicena.
- Mezclar con un batidor hasta que los ingredientes estén completamente combinados.
- Vierte un sobre de vainilla y continúa mezclando con la batidora.
- Coloca la cacerola al fuego, revolviendo continuamente, llevando a ebullición hasta obtener una consistencia cremosa.
- Vierta el contenido de la cacerola en un recipiente aparte.
- Cubrir el recipiente con film transparente y dejar enfriar bien.
- En un recipiente aparte verter la nata para montar ya endulzada y batir con unas varillas eléctricas.
- Una vez que se haya enfriado el primer recipiente, batimos con unas varillas eléctricas y añadimos un poco de nata montada.
- Sigue batiendo todo con la batidora eléctrica y añade lo obtenido al recipiente con el resto de la nata montada.
- Mezclar todo con una grasera hasta obtener una mezcla cremosa.
- Moja las galletas que has elegido en leche y colócalas en una bandeja de horno, una al lado de la otra. Las galletas formarán la base de tu postre.
- Coloca la masa cremosa de antes sobre la base de galleta.
- Coloca otras galletas encima de la masa cremosa y repite el proceso hasta alcanzar la altura de las paredes del recipiente que hayas elegido.
- Adorna con hojuelas de chocolate amargo y deja enfriar el postre en el frigorífico.
- Una vez enfriado, ¡tu postre estará listo para servir!
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