Como hemos mencionado anteriormente, el humo de las hojas de laurel quemadas tiene un efecto calmante, pero también aumenta el estado de alerta y centra la atención.
Es por ello que a menudo se utilizan hojas de laurel quemadas para combatir la fatiga crónica.
Algunas de las sustancias químicas presentes en las hojas de laurel, como el pineno, el cineol y la elemicina, combaten la fatiga y proporcionan un agradable impulso de energía a quienes inhalan el humo.

6. Facilita la respiración y despeja las vías respiratorias.
La hoja de laurel es un remedio popular que ayuda en el tratamiento de las vías respiratorias obstruidas y los pulmones enfermos.
El laurel actúa sobre el organismo de forma natural, liberando las vías respiratorias de mucosidades y flemas desagradables, que provocan problemas respiratorios.
Sin embargo, en lugar de quemar hojas de laurel, elija uno de los siguientes métodos: coloque hojas de laurel en agua limpia o utilice aceite de laurel como humidificador de aire.
También puedes simplemente hervir agua con hojas de laurel, dejarla enfriar y luego usar esta agua como compresa en el área del pecho para aliviar problemas respiratorios, alergias y asma
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