¿Te has fijado alguna vez en esas rejas de ventana que sobresalen un poco hacia afuera? Aunque podrían parecer un simple detalle decorativo para colocar plantas, lo cierto es que su diseño tiene un propósito muy práctico que mezcla seguridad, funcionalidad y estilo.
Desde hace siglos, las rejas han sido una herramienta esencial para proteger hogares y edificios, evitando el ingreso de personas no autorizadas con intenciones no buenas por las ventanas. Sin embargo, no todas tienen la misma forma: algunas presentan una característica curvatura en la parte inferior, popularmente conocida como “barriga”.
Esta forma no solo aporta un aspecto llamativo, sino que también tiene ventajas que tal vez no conocías. Una de las funciones más comunes de estas rejas con barriga es sostener jardineras. Al sobresalir del marco de la ventana, permiten colocar macetas con flores o plantas de forma segura, embelleciendo la fachada y aportando un aire más acogedor, especialmente en zonas urbanas donde el espacio verde es escaso.
Esa imagen de calles llenas de flores en las ventanas se logra, en parte, gracias a estas estructuras. Pero más allá de lo decorativo, también resultan muy útiles. En muchas viviendas antiguas, los aires acondicionados se colocan en las ventanas, y estas rejas curvadas permiten instalarlos sin necesidad de retirar la protección metálica.
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