En casa de Harold las cosas eran diferentes. Me recibió con los brazos abiertos, haciéndome sentir como en casa. Pasamos nuestros días planificando nuestro futuro, pero el dolor de la traición de Ashley persistía.
“Vamos a darle una lección”, dijo Harold una noche, con determinación en sus ojos. “Ella necesita entender el respeto. »
No sabía cómo lo íbamos a hacer, pero confiaba en Harold. Tenía el don de hacer todo posible.
“Está bien”, estuve de acuerdo. “Vamos a mostrarle de qué estamos hechos”. »
Y así comenzó el plan.
Harold y yo pasamos innumerables noches planificando nuestro próximo paso. Harold, al ser un fotógrafo de renombre, tuvo la idea de llegar a Ashley a través de su pasión. Le encantaba la fotografía y la reunión anual de fotógrafos locales era algo que no se perdería por nada.
“Margaret”, dijo Harold una noche, “tengo una entrada para el mitin. Ashley no podrá resistirse: le enviaré el billete por mensajería, de forma anónima. »
Asentí, emocionado. “Vamos.” »
Antes de la reunión, Harold y yo nos casamos en una ceremonia pequeña e íntima.
Harold insistió en tomar fotografías. Capturó mi felicidad y el brillo de una segunda oportunidad en el amor. Las fotos fueron impresionantes y mostraron la alegría en mis ojos y el amor entre nosotros.
Llegó el día del evento fotográfico y Ashley, como estaba previsto, asistió. Ella no sabía que estábamos detrás de su invitación. Harold y yo estábamos detrás del escenario, esperando nuestro momento. La anticipación era casi insoportable, pero estábamos decididos a lograrlo.
El presentador llamó a Harold al escenario para presentar sus fotografías premiadas. Cuando Harold salió, la habitación vibraba de admiración. Luego, aparecieron en la pantalla grande retratos míos con mi vestido de novia.
Jadeos llenaron la sala cuando el público vio la alegría brillando en mi rostro. Las imágenes fueron impresionantes y capturaron no sólo la belleza del momento, sino también la profundidad de la emoción detrás de él.
Harold dijo: “Encontré el amor a los 79 años, lo que demuestra que la edad es solo un número. Margaret, mi bella esposa, tiene un espíritu joven y un corazón lleno de amor. »:
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