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Disolver la maicena:
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En una olla pequeña, disuelve la maicena en el agua fría (esto evita que se formen grumos).
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Calentar a fuego lento:
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Cocina a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese y obtengas una textura similar a una crema (como una papilla espesa).
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Deja enfriar unos minutos.
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Añadir la miel:
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Cuando esté tibia (no caliente para no perder las propiedades de la miel), añade la miel y mezcla bien.
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Si deseas, agrega unas gotas de aceite de coco o vitamina E para potenciar el efecto hidratante.
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Aplicación:
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Lava tu rostro y sécalo suavemente.
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Aplica la mezcla en rostro y cuello con una brocha o con los dedos limpios.
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Deja actuar durante 20–30 minutos.
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Enjuaga con agua tibia y finaliza con tu crema hidratante habitual.
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📅 Frecuencia de uso:
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Puedes usarla 2 a 3 veces por semana.
⚠️ Advertencias:
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Haz una prueba de alergia antes de usar en el rostro (aplica un poco en el antebrazo y espera 24 horas).
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No es un sustituto de tratamientos dermatológicos ni tiene efectos antiarrugas profundos.
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Evita si tienes piel muy grasa o acné activo (consulta a tu dermatólogo en ese caso).
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