Para disfrutar de noches tranquilas, añade una cucharada de miel a tu infusión vespertina. Combinado con manzanilla o valeriana, es la receta ideal para conciliar el sueño suavemente.
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Clavo y miel: alivia el dolor de muelas mientras esperas al dentista
Los clavos de olor alivian el dolor de muelas. Mézclalas molidas con un poco de miel, aplica en la zona dolorida y siente el alivio. Útil como medida provisoria mientras se espera el consejo médico.
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Miel y jengibre: un consuelo contra los dolores de cabeza
¿Te viene un dolor de cabeza? Una infusión de jengibre fresco endulzada con miel puede ayudarte a recuperar la serenidad. La miel suaviza, el jengibre relaja… para disfrutar con tranquilidad.
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Miel y limón: un clásico para calmar la garganta
Un gran vaso de agua tibia, un chorrito de limón, una cucharada generosa de miel… y tu garganta te lo agradecerá. Un consejo sencillo y delicioso que proporciona un alivio suave.
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Miel y canela: facilitan la digestión
Un vaso de agua tibia, una pizca de canela, una cucharada de miel… Esta mezcla matutina favorece tu sistema digestivo y te ayuda a empezar el día sintiéndote ligero.
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Miel y cúrcuma: el cóctel reconfortante
Mezcle miel y cúrcuma para obtener una pasta dorada para disfrutar o diluir en leche caliente. Perfecto para días grises o después del esfuerzo físico.
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Miel y vinagre de sidra: el dúo suave para la silueta
Antes de las comidas, diluya una cucharada de miel y vinagre de manzana en agua. Esta bebida de bienestar promueve la sensación de saciedad y complementa una dieta equilibrada.
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Miel y ajo: un clásico del invierno
Machacar unos dientes de ajo con miel y tomar una cucharada por la mañana. Esta mezcla picante y dulce es un pequeño truco natural para fortalecer tus defensas durante el invierno.
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Miel y aloe vera: cuidado calmante de la piel
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