Ayuda en el control de peso: puede ayudar a frenar los antojos nocturnos y apoyar el metabolismo.
Equilibra los niveles de pH: aunque ácido, el limón tiene un efecto alcalinizante en el cuerpo, promoviendo el equilibrio general.
Fomenta la relajación: el agua tibia de limón con miel puede tener un efecto calmante, reduciendo el estrés y mejorando la calidad del sueño.
Refresca el aliento: ayuda a eliminar las bacterias en la boca que causan el mal aliento durante la noche.
Apoya la salud del corazón: contiene flavonoides y vitamina C, que contribuyen a la salud cardiovascular.
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