También posee propiedades antimicrobianas y antioxidantes, gracias a compuestos como el ácido rosmarínico, el cineol y el carnosol. Estos elementos ayudan a combatir infecciones leves, proteger las células del daño oxidativo y fortalecer el sistema inmunológico.
Otro uso muy popular del romero es para el cuidado capilar. El agua de romero, aplicada sobre el cuero cabelludo, estimula la circulación en los folículos pilosos, favoreciendo el crecimiento del cabello y previniendo la caída. También puede combatir la caspa y mejorar la salud general del cuero cabelludo.
El romero puede utilizarse de diversas formas: en infusión, como aceite esencial, en tinturas o preparado en baños o vapores. No obstante, se recomienda su consumo con moderación, especialmente en mujeres embarazadas o personas con hipertensión.
En resumen, el romero es una planta versátil, accesible y poderosa que no solo realza los sabores en la cocina, sino que también brinda grandes beneficios para la salud física y mental.
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