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Vitamina U: Esencial para sanar el revestimiento del estómago.
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Vitamina C: Antioxidante potente y refuerzo inmunológico.
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Vitamina K: Buena para la coagulación y la salud ósea.
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Fibra soluble e insoluble: Mejora el tránsito intestinal.
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Sulforafano: Antibacteriano y detoxificante.
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Glucosinolatos: Previenen enfermedades degenerativas.
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Ácido fólico: Regenerador celular.
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Minerales: Calcio, potasio, magnesio.
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Agua (92%): Ideal para la hidratación del sistema digestivo.
Precauciones y contraindicaciones
Aunque el jugo de repollo tiene múltiples beneficios, no es recomendable en todos los casos. Ten en cuenta lo siguiente:
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Hipotiroidismo: Consumir con moderación, ya que contiene goitrógenos.
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Distensión abdominal: Puede producir gases en personas sensibles.
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Mal estado del vegetal: No consumir si está fermentado.
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Niños, embarazadas o personas con enfermedades renales: Consultar con un profesional.
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Interacciones con medicamentos antiácidos: Consultar antes de combinar.
Consejos adicionales
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Si el sabor te resulta fuerte, mezcla con zanahoria, manzana o limón.
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No agregues azúcar ni endulzantes.
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Guarda en refrigeración solo si es por pocas horas; lo ideal es tomarlo fresco.
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Puedes alternarlo con otros jugos medicinales como el de sábila o manzanilla.
Conclusión
El jugo de repollo es un remedio natural altamente efectivo para aliviar problemas digestivos como la gastritis y la infección por H. pylori. Su riqueza en vitamina U, sulforafano y antioxidantes lo convierte en un aliado perfecto para regenerar la mucosa gástrica, calmar la inflamación y fortalecer la digestión.
Tomado en ayunas, de forma constante y combinando con ingredientes antiinflamatorios como cúrcuma o jengibre, puede brindar alivio profundo y duradero sin recurrir a medicamentos agresivos. Como siempre, ante cualquier duda, consulta a tu médico antes de iniciar un tratamiento natural prolongado.
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