Después de revelar valientemente su batalla contra el cáncer en un video compartido en las redes sociales, la duquesa de Cambridge enfrenta acusaciones de manipulación de imágenes, lo que pone de relieve la complejidad de vivir bajo el escrutinio constante del ojo público.
Al anuncio de su estado de salud, que ya era un calvario en sí mismo, le siguieron acusaciones de edición de vídeo, en
Estas acusaciones plantean dudas sobre la percepción de autenticidad y confianza en las comunicaciones públicas de figuras reales. Mientras algunos lo ven como una prueba de engaño, otros, como Garry Walker, defienden la integridad del vídeo, atribuyendo la anomalía a efectos de iluminación.
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