Introducción
Eliminar las malezas no siempre requiere productos industriales costosos ni perjudiciales para el ambiente.
Con elementos que tenés en casa, podés preparar una solución simple y potente.
Este herbicida natural es ideal para veredas, patios y bordes de jardín.
Materiales
2 tazas de vinagre blanco (preferentemente con concentración de 5% o más)
½ taza de sal fina (o gruesa)
1 cucharada de detergente líquido (el que usás para lavar los platos)
Procedimiento
En una botella con atomizador o recipiente grande, colocá las dos tazas de vinagre blanco.
Agregá la media taza de sal y revolvé o agitá con fuerza para disolverla bien en el vinagre. Este paso es clave para que actúe como deshidratante sobre las raíces de las malezas.
Incorporá la cucharada de detergente líquido, que funciona como emulsionante para que la mezcla se adhiera mejor a las hojas de las plantas no deseadas, aumentando el efecto del vinagre y la sal.
Volcá la preparación en un rociador o pulverizador manual. Cerralo bien y agitá antes de cada uso.
Aplicá directamente sobre las malezas, preferentemente en días soleados y sin viento. Rociá solo sobre las plantas que quieras eliminar, evitando las que deseás conservar.
Recomendaciones
Si llueve dentro de las 24 horas posteriores, es recomendable repetir la aplicación.
Los resultados comienzan a verse en pocas horas y se intensifican en 24 a 48 horas.
Aplicá el herbicida casero cuando las plantas estén secas, idealmente por la mañana o al mediodía, para potenciar su efecto.
No se recomienda usar esta mezcla en césped o zonas de cultivo, ya que puede dañar otras plantas por contacto o escurrimiento.
Guardá el sobrante en un recipiente cerrado, alejado del calor y de la luz solar directa. Agitá bien antes de cada uso.
Podés duplicar o reducir las cantidades manteniendo siempre la misma proporción.
Si usás sal gruesa, tardará un poco más en disolverse, pero también sirve. Solo asegurate de mezclar bien.
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