Cortá los extremos de la baguette y, con la ayuda de un cuchillo o una cuchara, retirá la miga con cuidado para hacer un hueco en el centro sin romper el pan.
Picá el jamón, el pepino, el pimiento y el queso en cubos pequeños para que el relleno quede bien distribuido.
En un bol, mezclá todos los ingredientes junto con el queso crema hasta formar una preparación homogénea. Si te gusta, agregá una cucharadita de mostaza o una cucharada de mayonesa para darle más cremosidad y sabor.
Con una cuchara, rellená la baguette con la mezcla, asegurándote de presionar bien para que no queden espacios vacíos.
Envolvé la baguette en papel film y llevála a la heladera por al menos dos horas para que se asienten los sabores y la preparación tome mejor consistencia.
Pasado el tiempo de frío, retirala de la heladera, sacá el papel film y cortala en rodajas gruesas antes de servir.
Consejos:
Para darle un toque más fresco, podés agregar hojas de albahaca o perejil picado al relleno.
Si preferís una opción más liviana, usá queso crema descremado y jamón natural sin agregado de grasas.
También podés probar con otros ingredientes como pollo desmenuzado, palmitos o aceitunas para darle un giro diferente a la receta.
Es ideal para hacer con anticipación, ya que después del frío queda más firme y fácil de cortar en porciones parejas.
Esta baguette rellena es una opción práctica, económica y deliciosa que podés disfrutar en cualquier momento del día.
Animate a prepararla y sorprendé a todos con su sabor.
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