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Científicos logran hacer visible al VIH oculto en las células para que el sistema inmune pueda eliminarlo.

En muestras de pacientes bajo tratamiento, Tat‑LNP X superó incluso a los clásicos estimulantes PMA/PHA en la reactivación de todos los transcritos virales, sin elevar CD25, CD69 ni HLA‑DR. Paralelamente, las CRISPRa‑LNP X multiplicaron por dos la expresión de ARN viral, demostrando la viabilidad de un enfoque aún más preciso y personalizable.

Los autores comprobaron que la activación viral no se traducía en muerte celular espontánea. Ello confirma la teoría de que las células infectadas sobreexpresan proteínas anti‑apoptóticas como BCL‑2. Por tanto, futuros ensayos deberán combinar el “shock” logrado por las LNP X con estrategias de “kill”, como anticuerpos biespecíficos o células T CAR.

Importante también es la ausencia de toxicidad significativa a las dosis probadas (0,2 µg por 10⁵ células). Ensayos previos con LNP intravenosas en humanos toleraron hasta 0,6 mg/kg de mRNA, cifra que otorga un margen de seguridad para futuras pruebas clínicas (Gillmore et al., 2022).

Relevancia clínica y próximos pasos
Convertir un virus invisible en un blanco visible reabre la carrera hacia la cura funcional del VIH. Al no incrementar la activación global del sistema inmune, las LNP X reducen efectos secundarios y podrían administrarse repetidamente. Además, la capacidad de co‑encapsular múltiples ARN facilita terapias combinadas en una sola formulación.

Los investigadores planean ahora optimizar la diana CRISPR para adaptarse a las variantes de VIH circulantes y explorar ligandos que dirijan la nanopartícula exclusivamente a linfocitos T. Se prevén estudios de biodistribución en primates y ensayos de fase I centrados en seguridad y biodisponibilidad.

En conclusión

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