- En un recipiente de vidrio o cerámica, combina el bicarbonato con la miel hasta integrar perfectamente.
- Incorpora el jugo de limón si deseas potenciar el efecto despigmentante.
- Añade el líquido (agua o leche) gradualmente hasta lograr una pasta homogénea de textura cremosa.
- Con la piel previamente limpia y seca, aplica la mezcla evitando el contorno de ojos y labios.
- Realiza un masaje facial ascendente con las yemas de los dedos durante 2-3 minutos para exfoliar.
- Permite que la mascarilla actúe durante 10-15 minutos antes de retirarla con agua tibia.
- Finaliza con tu crema hidratante habitual para sellar los beneficios.
Recomendaciones Esenciales para un Uso Seguro:
• Este tratamiento es ideal para aplicarse en horario nocturno, especialmente si incluyes limón en la fórmula, ya que los cítricos pueden aumentar la fotosensibilidad de la piel.
• Limita su uso a 2-3 aplicaciones semanales como máximo para prevenir posibles irritaciones o sequedad excesiva.
• Las personas con piel sensible deben realizar previamente una prueba de tolerancia en una pequeña zona del antebrazo.
• Complementa este tratamiento con protección solar durante el día para mantener los resultados.
• Para pieles secas, se recomienda sustituir el agua por leche y reducir a la mitad la cantidad de limón.
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