-2. Diurética: Por su parte la cebolla también contiene potasio y exceso de sodio por lo que ayuda en casos de edema, hipertensión y piernas pesadas.
-3. Prebiótica: Un estudio llevado a cabo por un grupo de expertos en una de las universidades más importantes del mundo descubrió que en la cebolla se encuentra un componente llamado fructo-oligosacaridos, un prebiótico que favorece al crecimiento de bifidobacterias en el intestino y previene el desarrollo de bacterias patógenas. Este importante hecho, reduce el riesgo de desarrollar cáncer de colon.
-4. Digestiva: Sus propiedades digestivas ayudan a prevenir múltiples problemas de salud comunes, entre ellos la fermentación intestinal, el desarrollo de parásitos o el crecimiento de hongos. Y por supuesto, también previene el estreñimiento ya que alivia la digestión pesada y controla las flatulencias con hipoclorhidria, pero hay que ser muy cuidadoso cuando se padece de acidez estomacal.
-5. Antioxidante: Otro componente muy importante en la cebolla es la querticina, un flavonoide de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras ante el desarrollo de células cancerígenas.
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