A medida que pasan los años, mantener la fuerza, la autonomía y la vitalidad se vuelve un verdadero desafío. Después de los 60 años, muchas personas experimentan pérdida muscular, sensación de debilidad al despertar, piernas pesadas y una energía que ya no es la misma. Sin embargo, existe una solución sencilla, natural y respaldada por la ciencia: elegir correctamente qué comer antes de dormir.
Este hábito puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida. No se trata de pastillas ni suplementos costosos, sino de alimentos accesibles que ayudan a prevenir la sarcopenia (la pérdida natural de masa muscular con la edad) y a transformar el descanso nocturno en un proceso activo de regeneración muscular.
A continuación, le mostramos los cuatro alimentos más poderosos que debe incluir en su cena o en su merienda nocturna para proteger su cuerpo, dormir mejor y despertar con más energía y vitalidad.
1. Huevo cocido: proteína de alto valor biológico
El huevo es una fuente completa de proteínas, rico en aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para reparar y construir tejido muscular. Consumir un huevo cocido antes de acostarse ayuda a mantener los niveles de proteína disponibles durante la noche, favoreciendo la regeneración celular y la conservación de la masa muscular.
Cómo incluirlo:
Tómelo como un pequeño refrigerio una hora antes de dormir, acompañado si desea de una tostada integral o unas verduras suaves.
2. Kiwi: pequeño pero poderoso
El kiwi no solo es una excelente fuente de vitamina C, sino que también contiene antioxidantes y serotonina natural, que favorecen el sueño profundo y reparador. Además, su contenido en potasio y magnesio ayuda a evitar calambres y tensiones musculares nocturnas.
Cómo incluirlo:
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