Además, las propiedades antivirales y antibacterianas del aceite esencial de clavo lo convierten en una medida preventiva útil contra los resfriados y la gripe. Ingerir una mezcla de aceite esencial de clavo y aceite de oliva o disolverla en un terrón de azúcar puede aprovechar estos beneficios.
Finalmente, para las infecciones urinarias y los cálculos renales, puede resultar eficaz una infusión de clavo, posiblemente acompañada de una gota de aceite esencial de lavanda. Sin embargo, es fundamental consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado de estas afecciones.
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