Son seductores, atentos y aparentemente empáticos, pero esa imagen es solo una fachada para conquistar emocionalmente. Luego se tornan fríos y castigadores.
Recomendación: No confundas intensidad emocional con conexión verdadera. Evalúa si hay coherencia entre palabras y actos.
5. Provocan conflictos indirectamente
Generan divisiones sin involucrarse abiertamente. Manipulan opiniones, crean tensiones y observan el caos sin asumir consecuencias.
Recomendación: Observa los patrones. Si los conflictos surgen tras sus intervenciones, pon límites claros.
6. Persisten incluso cuando se alejan
Aun cuando ya no están físicamente presentes, siguen habitando tu mente, tus sueños y emociones. Esto no es apego, es un lazo energético tóxico.
Recomendación: Realiza limpiezas espirituales, utiliza afirmaciones de liberación y practica el desapego consciente.
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